Conferencia del profesor Jesús González Maestro, con motivo de un congreso universitario en Perú, sobre asuntos de la Lengua Española y el Hispanismo ( 11 de noviembre de 2019 )
Capítulo 6: Análisis de ‘La más bella niña’ y ‘Amarrado a un duro banco’, de Luis de Góngora. Lecturas de Selectividad. Aula de Literatura, de Ramón de Rubinat. Aplicaciones prácticas de la Crítica de la Razón literaria, de Jesús G. Maestro
NOTA DE INTROFILOSOFIA: Consideramos que el análisis de estos dos versos de Luis de Góngora, desde las coordenadas donde se sitúa el profesor de Literatura Comparada y de Teoría de la Literatura, Ramón de Rubinat, resulta de enorme relevancia para el tiempo presente, año 2019 dC., sobre todo si estos análisis se llevan a cabo en una zona geográfica de lo que aquí, siguiendo propuestas de Gustavo Bueno, se denomina “La Europa sublime”. Dado el auge del islamismo prácticamente a lo ancho de toda Europa,es obligado razonar sobre este hecho, no por una cuestión o asunto de intelectuales, filósofos o historiadores, politólogos , etc. Sino que se trata de una cuestión de puro y simple CONATUS; (en el sentido del filósofo de origen sefardí, Espinosa) :Conatus, es, resumiendo
El conatus es, en y por sus efectos, un esfuerzo en acto, una potencia activa de afirmación y resistencia de una cosa frente a cualquier otra cosa externa que pudiere vulnerar su perseverancia indefinida. Es el apetito de afirmación y resistencia inmanente que juega en la relación de potencias. En este sentido, el esfuerzo de perseverancia de la cosa está siempre en conformidad con los afectos que expresan su grado de potencia y, además, la determinan.
En este capítulo analizamos los dos poemas de Góngora que entrarán en las Pruebas de Acceso a la Universidad 2019-2020.
La cuestión sobre la que más incidiremos es el trato que en ellos se hace de la guerra contra el Islam, concretamente -y a partir de Gustavo Bueno-, veremos que esta guerra fue la garante de nuestra libertad, ¡de nuestra libertad de entonces y de nuestra libertad de hoy!, que sobre la victoria cristiana sobre el turco (batalla de Lepanto) descansa la Europa de los Derechos Humanos, el aconfesionalismo, la economía de mercado y todas las libertades con que tanto nos llenamos la boca.
¿Alguien que haya viajado a la Europa sublime (Dinamarca, Alemania, Bélgica, Francia…) puede negar que en muchas partes de estos territorios ya rige la Sharía, la ley islámica? Léanse estos dos poemas. Y que no se engañe nadie: aquí no se está haciendo apostolado de ninguna idea, no hace falta profesar ninguna fe para entender lo que aquí se cuenta y admirar su dimensión, su trascendencia histórica. Pasee quien lo dude por ciertas calles de Dinamarca, Alemania, Bélgica o Francia…
A partir de la idea aristotélica de que la paz es el resultado de la guerra, contrastaremos estos dos poemas con unos versos del grupo musical El último de la fila que profesan un irenismo muy posmodernamente papanatas.
Y para indicar la vigencia de este conflicto nos remitiremos, también, a la novela Sumisión, de Michel Houellebecq, puesto que en ella se narra la llegada de los Hermanos Musulmanes al gobierno de Francia y cómo vive este cambio el típico intelectual francés, en concreto: el profesor universitario de Letras.
LA MAS BELLA NIÑA (GÓNGORA)
La más bella niña De nuestro lugar, Hoy viuda y sola Y ayer por casar, Viendo que sus ojos A la guerra van, A su madre dice, Que escucha su mal: Dejadme llorar Orillas del mar.
Pues me disteis, madre, En tan tierna edad Tan corto el placer, Tan largo el pesar, Y me cautivasteis De quien hoy se va Y lleva las llaves De mi libertad, Dejadme llorar Orillas del mar.
En llorar conviertan Mis ojos, de hoy más, El sabroso oficio Del dulce mirar, Pues que no se pueden Mejor ocupar, Yéndose a la guerra Quien era mi paz, Dejadme llorar Orillas del mar.
No me pongáis freno Ni queráis culpar, Que lo uno es justo, Lo otro por demás. Si me queréis bien, No me hagáis mal; Harto peor fuera Morir y callar, Dejadme llorar Orillas del mar.
Dulce madre mía, ¿Quién no llorará, Aunque tenga el pecho Como un pedernal, Y no dará voces Viendo marchitar Los más verdes años De mi mocedad? Dejadme llorar Orillas del mar.
Váyanse las noches, Pues ido se han Los ojos que hacían Los míos velar; Váyanse, y no vean Tanta soledad, Después que en mi lecho Sobra la mitad. Dejadme llorar Orillas del mar.
AMARRADO AL DURO BANCO (GÓNGORA)
Amarrado al duro banco de una galera turquesca, ambas manos en el remo y ambos ojos en la tierra,
un forzado de Dragut en la playa de Marbella se quejaba al ronco son del remo y de la cadena:
¡Oh sagrado mar de España, famosa playa serena, teatro donde se han hecho cien mil navales tragedias!,
pues eres tú el mismo mar que con tus crecientes besas las murallas de mi patria, coronadas y soberbias,
tráeme nuevas de mi esposa, y dime si han sido ciertas las lágrimas y suspiros que me dice por sus letras;
porque si es verdad que llora mi captiverio en tu arena, bien puedes al mar del Sur vencer en lucientes perlas.
Dame ya, sagrado mar, a mis demandas respuesta, que bien puedes, si es verdad que las aguas tienen lengua,
«pero, pues no me respondes, sin duda alguna que es muerta, aunque no lo debe ser, pues que vivo yo en su ausencia.
¡Pues he vivido diez años sin libertad y sin ella, siempre al remo condenado a nadie matarán penas!»
En esto se descubrieron de la Religión seis velas, y el cómitre mandó usar al forzado de su fuerza.
QUERIDA MILAGROS ( DE EL ÚLTIMO DE LA FILA )
...por ahora la suerte me ha sonreído; necesito verte, aquí no hay amigos; no estaría de más que alguien me explicara, qué tiene esto que ver contigo y conmigo.
Querida Milagros, queda tanto por vivir. sería absurdo dejarse la piel aquí...
Michel Houellebecq: “La élite está asesinando a Francia”
El autor dispara su munición contra lo que considera el silencio de los hombres, contra las clases dirigentes y la pérdida de libertades. ‘Sumisión’ retrata una Francia al borde de la guerra
Michel Houellebecq tiene escolta oficial. Después del atentado contra Charlie Hebdo el pasado 7 de enero, el Gobierno francés prefiere no arriesgarse: como otras personalidades locales, el autor de Plataforma va ahora a todas partes flanqueado por dos policías de civil. Bromea con ellos y parece cómodo con la situación. Aunque no deja de resultar algo irreal entrevistarlo en esta brasserie de Saint-Germain, bebiendo vino blanco, mientras Houellebecq (Saint Pierre, Isla Reunión, 1958) habla con entusiasmo de los cuentos de Borges y sus custodios echan discretos vistazos a los edificios cercanos en busca de francotiradores.
Parece una escena de una mala película, pero es sólo uno más en la sucesión de malentendidos que han rodeado la publicación de Sumisión (Anagrama). En la actualidad, Houellebecq es tan importante en su país que el primer ministro habla de su nuevo libro como si fuera un asunto de Estado; un efecto colateral es que nadie lo toma como una novela. Se lo compara con El suicidio francés, de Éric Zemmour, o El gran reemplazo, de Renaud Camus, best sellers estridentes que machacan dos ideas obsesivas: el Occidente judeocristiano está en retirada, los bárbaros musulmanes se aprestan a tomar el poder. PUBLICIDADinRead invented by Teads
No se trata de negar la dimensión social de Sumisión, que pinta una Francia al borde de la guerra civil. En esta fábula política el conflicto se resuelve con el triunfo electoral de Mohammed Ben Abbes, candidato de la imaginaria Fraternidad Musulmana, y la conversión de Francia en Estado islámico, pero el libro está lejos de presentar el hecho como un desastre. Al contrario: para el protagonista, solitario profesor experto en el escritor decadente Joris-Karl Huysmans, lo urgente es encontrar una fe. “¿Cuánto tiempo puede una sociedad subsistir sin una religión cualquiera?”, se leía ya en Las partículas elementales (1998). Ahora el adjetivo “cualquiera” resulta sugerente: si ya no es posible ser cristiano, ¿por qué no abrazar otra religión más vigorosa?
PREGUNTA. Sumisión es una sorpresa para sus lectores. Aunque la inquietud religiosa aparece en todo lo que ha escrito, es la primera vez que describe a un personaje que busca una fe y que, además, la encuentra. ¿Cómo se le ocurrió esta historia?
RESPUESTA. Jugó un papel el hecho de que mi protagonista, François, sea un profesor experto en Huysmans; en su obra, esa búsqueda que menciona juega un papel crucial. Huysmans tiene novelas enteras dedicadas a su relación con el catolicismo. Ahí tenemos el caso de una conversión religiosa relatada en la ficción.
P. ¿Es usted creyente?
R. Tiendo a creer cuando voy a misa; pero apenas salgo, se me pasa. Así que ahora lo evito, porque el bajón es desagradable. Pero la misa en sí misma es muy convincente; es una de las cosas más perfectas que conozco. Y mejor todavía son los entierros, porque ahí se habla mucho de la supervivencia después de la muerte, y con una apariencia de convicción total. La verdad es que mi ateísmo no salió indemne de la muerte de mis padres y de mi perro Clément.
P. Pero entonces, ¿todo es cuestión de querer creer?
R. Pues sí. Porque, en realidad, la razón no se opone a la fe de una manera tan clara. Si nos fijamos en la comunidad científica, los ateos se cuentan sobre todo entre los biólogos. Los astrónomos, en cambio, son cristianos sin mayor dificultad. Esto tiene una explicación, y es que el universo está bien organizado. Cuando se trata de seres vivos, la cosa es más dudosa. Los seres vivos no están bien organizados, y son un poco repugnantes. Un matemático no tiene mayor dificultad para creer en Dios; al contrario, trabajar con ecuaciones pega bien con la idea de un orden, y por ende un creador de orden.
El islam siempre evitó pronunciarse sobre cuestiones como si la Tierra giraba alrededor del Sol. No había nada en juego en ello”
P. De todos modos, su cristianismo es selectivo. Le interesa la vida eterna, pero no tanto, digamos, el perdón o la caridad.
R. Sí, eso me importa menos. Pero san Pablo lo dice con toda claridad: si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana. Así que Cristo, mal que mal, vino por eso. Para prometernos que la muerte había sido vencida. La caridad, bueno, no es algo específico del cristianismo. Y en cuanto al perdón de los pecados, es algo que le importa más a los protestantes. Antes, en el catolicismo, el perdón de los pecados era algo casi automático. Ego te absolvo, y ya está.
P. Su protagonista, François, afirma que tampoco hay oposición entre la ciencia y la fe musulmana.
R. Yo diría incluso menos. El islam siempre evitó pronunciarse acerca de cuestiones del tipo de: “¿Gira la Tierra alrededor del Sol?”. Evitó meterse en dificultades que el catolicismo, por su parte, podría haber evitado. No había nada en juego para la fe cristiana en el hecho de que la Tierra gire en torno al Sol.
P. François tiene otro argumento a favor del islam: dice que es la única religión que acepta el mundo tal como es.
R. Es que es un muy buen argumento. Incluso los yihadistas, que no aceptan el orden político del mundo, aceptan el mundo natural tal como es. Si lees a Darwin te das cuenta de que, en el fondo, lo que lo aleja de Dios —porque Darwin no creía en Dios, aunque haya fingido lo contrario— son las consideraciones morales. Por ejemplo, en una carta analiza el ciclo de vida de no recuerdo qué parásito que vive dentro del ojo, y exclama: ¡No, un Dios de bondad no puede ser el autor de este mundo! Podemos arriesgar un teorema: cuanto más se observa a los ácaros, más disminuye la fe en Dios. En mi caso, desgraciadamente, estudié biología, así que empecé con mal pie.
P. François busca a Dios a través de ciertas figuras femeninas. Hay dos momentos clave: primero, cuando François pierde a su amante, y después, cuando entra a la iglesia de Rocamadour y parece a punto de recuperar la fe, pero fracasa. La pérdida de su amor y la pérdida de la fe representan una misma clausura en su vida.
R. Es muy cierto, esos son los dos momentos clave. Mas en general, te diría que la construcción de este libro es bastante simple: pongo en escena a este personaje y progresivamente le quito todo. Empiezo por lo más grave, le quito el amor. Después, y ya es menos importante, le quito a sus padres. Después, en esa escena en la iglesia de Rocamadour, le quito la posibilidad de creer en Dios. Y para terminar le quito su relación con Huysmans, que califico como la más antigua de su vida. Porque es verdad —y yo lo sé por haber dedicado todo un libro a Lovecraft— que escribir de manera profunda acerca de un escritor significa, en la práctica, privarse de releerlo. Pasado cierto punto, no puedes más. Así que a este pobre personaje yo le quito todo, hasta que sólo le queda convertirse.
P. En su libro, una vez que el régimen islámico se instala en Francia, las mujeres adoptan el velo, dejan de trabajar y se dedican a la familia. ¿No hay en esto algo de expresión de los deseos del protagonista? Después de todo, perdió a su chica porque era demasiado independiente.
El escritor Michel Houellebecq. PHILIPPE MATSAS
R. Sí, él personalmente no tiene motivo para solidarizarse con el régimen laico. La solución que le proponen, mal que bien, funciona.
P. Como dice al final: “No tendré nada que lamentar”.
R. Esa frase puede entenderse como usted dice, pero también al revés: tendrá mucho que lamentar. Haber perdido a Myriam, para empezar. Y también haber perdido a la Virgen de Rocamadour. Aunque cueste creerlo, mi proyecto inicial era que él se convirtiera al catolicismo. Lo cual habría dado lugar a un libro bastante gracioso; mi personaje se habría convertido a un catolicismo que ha cambiado mucho desde la época de Huysmans. Un catolicismo, por decirlo de algún modo, un poco bobo.
P. ¿Y por qué no lo escribió?
R. Porque no pude. A ver: supongamos que la Virgen de Rocamadour hubiera funcionado, que François hubiera recuperado la fe. Después de eso, yo ¿cómo sigo mi libro? (ríe). En cambio, en Sumisión no hay verdaderos creyentes, ni cristianos ni musulmanes. Incluso para Ben Abbes se trata de una opción política. Esto ya estaba a mi alcance.
P. Ben Abbes aparece como un salvador, en un momento en que el sistema político ya no funciona…
R. Esa parte es real. Viví 10 años fuera de Francia, y cuando volví me impresionó el desprecio total de los franceses por sus élites dirigentes y mediáticas. Quizá el periodismo sea la única profesión más despreciada que la de los políticos. Hay que decir que la situación es relativamente alucinante. Ya en 2012, Hollande fue elegido presidente, a pesar de que Francia se había volcado a la derecha. Y ahora no es imposible —como imagino en mi libro— que Hollande sea reelegido en 2017, aunque Francia está aún más a la derecha. La estrategia del Partido Socialista, que es impulsar al Frente Nacional para excluir al centroderecha, ha llevado las cosas a un lugar insalubre. Y el hecho es que la vida en Francia se ha deteriorado. Hay muchos más pobres que antes. Hay cada vez más gente que no cree lo que dicen los medios. Y lo que te muestra que somos un país extraño es que, pese a todo, los franceses se siguen reproduciendo: salvo Irlanda, tenemos la natalidad más alta de Europa.
P. Es un argumento contra la idea del “suicidio francés”.
R. Es que no es un suicidio, es un asesinato.
P. ¿Cometido por quién?
R. Por nuestras clases dirigentes.
P. Es usted muy duro con los políticos de su país.
R. Es que se les fue la mano. El caso más impresionante que conocí fue el referéndum de 2005 sobre la Constitución europea. Los franceses votaron claramente por el no. Y semanas más tarde el Gobierno lo hizo aprobar por vía parlamentaria. Es un desprecio muy claro a la democracia. Así que la hostilidad de la gente contra los dirigentes es muy fuerte, y eso en un momento de crisis económica y desempleo alto. Y tenga en cuenta que el paro en Francia es desempleo de verdad: no hay trabajo en negro, como en España o América Latina, y tampoco hay solidaridad familiar, eso desapareció. La gente está totalmente desvalida.
En Occidente la palabra masculina ha desaparecido. Lo que los varones piensan, nadie lo sabe. El varón ya no habla, la mujer sí”
P. Hablemos del proyecto político de Ben Abbes. ¿Podría funcionar su idea de expandir la Unión Europea hacia el sur, de convertirla en una Unión Mediterránea?
R. No es ninguna tontería. Para empezar, muchos países mediterráneos lo percibirían como una garantía —aunque quizá se equivoquen— contra sus islamistas radicales. Europa del Norte pasaría a segundo plano. Pero, para ser honestos, la principal interesada en esto sería Francia. La verdad es que Francia nunca aceptó el hecho de perder el liderazgo. Por eso tenemos una relación extraña con Alemania; nos gusta flagelarnos diciendo que somos menos que ellos. Malestar que, dicho sea de paso, es una de las claves del éxito de Marine Le Pen.
P. Muchas veces ha hablado contra el patriotismo. Pero después del atentado contra Charlie Hebdo, parecería que está dispuesto a defender ciertos valores franceses. Como dicen en Rambo III: esta vez, es personal.
R. Es que es personal: han matado a alguien a quien yo quería, a Bernard Maris. Y además está la cuestión de la libertad de expresión, que me concierne. Esa libertad la hemos perdido. Cuando yo era adolescente, en los años setenta, había más cosas permitidas. En la actualidad, el debate de ideas se limita a la detección de los derrapes. Una vez que el derrape ha sido cometido, el responsable puede disculparse; a eso se limitan sus derechos.
P. Su protagonista se define como machista. ¿Cree que en esto François es representativo?
R. Lo que pasa es que en Occidente la palabra masculina ha desaparecido. Lo que los varones piensan, nadie más lo sabe. Una hipótesis horrible, pero verosímil, es que no han cambiado; sólo han aceptado cerrar la boca. El varón occidental ya no habla; la mujer sí. La vida mental masculina ahora es algo desconocido, y por eso es verosímil pensar que el varón estaría dispuesto, si se presentara el caso, a una vuelta inmediata al patriarcado.
P. ¿Sus novelas serían las últimas noticias de esa vida mental masculina?
R. Pues sí, las mujeres pueden leerlas para enterarse de lo que realmente piensan los hombres.
P. ¿Cree realmente que Europa, al perder la religión, la reemplazó con el patriotismo, y que terminará por volver a la religión?
R. Sí, aunque para mí es absurdo imaginar que el patriotismo pueda reemplazar a la religión. La cristiandad duró más de mil años; el patriotismo, un poco más de cien, desde la Revolución Francesa hasta la Primera Guerra Mundial. También podemos decir las cosas de una manera más siniestra: el patriotismo, para alcanzar la incandescencia, necesita enemigos.
P. ¿Mientras que el único enemigo de la religión es la muerte?
R. Y es un enemigo más confiable.
AUTOR DE LA ENTREVISTA: Gonzalo Garcés es escritor argentino, autor de la novela Los impacientes (Seix Barral).ARCHIVADO EN:
En esta entrada, se sugiere la lectura y estudio del texto de José Ramón Bravo por considerar, desde INTROFILOSOFIA, que resulta de gran interés filosófico . Hemos agregado, además, el vídeo siguiente, titulado El problema político de las Españas y las Rusias, como complemento al propio artículo: (texto sobre el video, tomado del canal en youtube de la Fundación Gustavo Bueno) Lección en la Escuela de Filosofía de Oviedo, el lunes 14 de octubre de 2019 El problema político de las Españas y las Rusias Политическая проблема Испанского и Русского мира El vocabulario repartido y las imágenes proyectadas disponibles en: http://fgbueno.es/act/efo196.htm
El problema político de las Españas y las Rusias Политическая проблема Испанского и Русского мира
14 octubre 2019
Las Españas y las Rusias –conceptos que expresan tanto totalidad como pluralidad– siempre fueron vistas por el canon moderno e ilustrado como dos anomalías por su carácter excéntrico y culturalmente mestizo, y fueron objeto de una propaganda leyendanegrista que aún hoy pervive en forma de hispanofobia y rusofobia. Pese a sus innegables diferencias, el mundo hispánico y el ruso presentan unas similitudes de base, derivadas de su peculiar formación histórica, esencialmente por su catolicidad –ortodoxa en un caso, romana en el otro– y por su imperialidad. Los imperios hispánico y ruso –el segundo como Unión Soviética en su última etapa– lograron una asombrosa eficiencia institucional al perdurar durante siglos, pero perdieron la batalla de la ideología frente a sus enemigos. El espectacular derrumbe de uno y otro imperio alteró drásticamente el panorama geopolítico mundial. Esta lección aborda el llamado problema político del mundo hispano y ruso poniendo de relieve los fundamentos materialistas de su tradición filosófico-política, pese a la influencia de corrientes idealistas, metafísicas o liberales. En base a una comparación histórico-política de los dos imperios, se discutirán, desde las categorías del materialismo filosófico, tanto las teorías del Estado y de las relaciones internacionales, como la situación geopolítica objetiva del presente. La cuestión vital a la que se enfrentan tanto hispanos como rusos es la de su supervivencia política en la era de la totalización anglosajona, que amenaza con borrar de la historia futura a las Españas y a las Rusias.
“Las Españas” и “las Rusias” (Испанский и Русский миры – понятия выражающие идею совокупности и множественности) со времён Новой истории и эпохи Просвещения традиционно рассматривались как две аномалии; а в силу особенностей своего характера и мультикультурной природы народы этих держав подвергались “черной” пропаганде, которая сохранилась и поныне и выражает себя в форме испанофобии и русофобии. Несмотря на неоспоримые различия между Испанским и Русским миром, оба имеют базовое сходство, и их своеобразие определяется, в основном, кафоличностью (православной в одном случае, римской – в другом) и империальностью. Испанская Монархия и Российская Империя (Советский Союз в ее последней стадии) достигли поразительной институциональной эффективности, пережив века, но в итоге проиграли своим врагам битву идеологий. Впечатляющий крах обеих империй кардинально изменил геополитический ландшафт мира. Эта лекция будет посвящена так называемой политической проблеме испанского и русского миров. В ней будут освещены материалистические основы их философско-политических традиций, несмотря на сильное влияние идеалистических, метафизических или либеральных течений философской и политической мысли. Исходя из историко-политического сравнения двух империй будут рассмотрены как теории государства, так и теории международных отношений, а также современная объективная геополитическая ситуация в свете категорий философского материализма. Жизненно важным вопросом, с которым сталкиваются как hispanos, так и россияне, является их политическое выживание в эпоху Англосаксонской Империи, чье тотальное влияние грозит смести и навсегда вычеркнуть Испанский и Русский мир из мировой истории будущего.
José Ramón Bravo García es Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona (España) y Máster en Economía Política Internacional por el King’s College London (Reino Unido). Actualmente prepara un proyecto de investigación doctoral en Historia Económica sobre el desarrollo económico de América Hispana en época borbónica. Varias de las cuestiones que se tratan en esta lección fueron avanzadas en la ponencia titulada “Nación política, dialéctica imperial: El problema hispano”, presentada en los XXIV Encuentros de Filosofía del pasado 13 de abril en Oviedo, y su contenido se desarrolló de forma ampliada en un artículo publicado en la revista El Basilisco.
Хосе-Рамон Браво – магистр юридических наук (Университета Барселоны, Испания) и магистр международной политической экономии (Королевского Колледжа Лондона, Великобритания). В настоящее время работает над докторской диссертацией в области экономической истории по экономическому развитию Испанской Америки в эпоху Бурбонов. Некоторые из вопросов, затронутых в этой лекции, были изложены в презентации “Nación política, dialéctica imperial: El problema hispano” (“Политическая нация, имперская диалектика: проблема испаноязычных народов”), представленной на XXIV конференции Философского Собрания 13 апреля в Овьедо (Испания) и ее содержание получило дальнейшее развитие в статье, опубликованной в журнале El Basilisco.
El video que aparece a continuación, es un material de trabajo, que resulta complementario del asunto tratado en el primer video:
Nación política, dialéctica imperial: el problema hispano
Para trabajar de modo más amplio el tema expuesto y analizado en el vídeo inmediatamente superior, ver este artículo publicado por José Ramón Bravo en la revista El Basiliscohttp://fgbueno.es/bas/bas52c.htm
Conferencia de Jesús G. Maestro, titulada “Recepción y presencia de La Numancia de Cervantes en diferentes modelos de dramaturgia trágica”, pronunciada en el Paraninfo de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, el 20 de octubre de 2016, en el contexto del Congreso Internacional Cervantes & Shakespeare
& la Edad de Oro de la Escena.
Presentación de José Manuel Losada.
El concepto de Espacio Antropológico, desarrollado en el seno del sistema del Materialismo Filosófico , producto de la Filosofía forjada por Gustavo Bueno Martínez , es aplicado a la Crítica de la Literatura, por el profesor Jesús G Maestro, en el marco de su obra , en tres volúmenes: Crítica de la Razón Literaria.
Lección ofrecida por Gustavo Bueno en La Montaña Mágica el miércoles 21 de agosto de 2002.
Un ensayo sobre uno de los aspectos de nuestra historia más desconocidos: el judaísmo y los judíos españoles y su influencia, tanto interna como externa. El subtítulo, “Un estudio de las fuentes marranas del spinozismo”, apunta el objetivo que el profesor y pensador Gabriel Albiac se propuso con esta obra: investigar la influencia y personalidad de la comunidad de judíos españoles —el término ‘marrano’ se empleaba en España y Portugal para designar a los judíos conversos (al Cristianismo) y sus descendientes— exiliados en los Países Bajos tras el decreto de su expulsión de España promulgado por los Reyes Católicos, en el año 1492. En concreto, Albiac se detiene en aquellas figuras más relevantes, entre las que destaca, sin duda, el gran filósofo Baruch Spinoza, que aunque nacido en Ámsterdam era hijo de judíos conversos españoles, para intentar determinar los orígenes de la doctrina filosófica conocida como ‘spinozismo’.